Algunos descubrimientos de la Neurociencia relacionados con el aprendizaje, han comprobado que, el aprendizaje cambia la estructura física del cerebro, su organización funcional y lo reorganiza.  Se ha confirmado que, el cerebro es un órgano dinámico, moldeado por la experiencia la cual que influye en su organización. De ahí la importancia, de utilizar las experiencias educativas adecuadas para que nuestros estudiantes aprendan eficientemente.

¿Cuál debe ser el rol docente frente a la Neurociencia?, como educadores estamos ante una encrucijada; podemos seguir realizando nuestras clases como lo hemos hecho hasta hoy, o buscar una comprensión científica de los mecanismos y procesos cerebrales internos que, nos aporten nuevos conocimientos y orientaciones para hacer más eficiente el Proceso de Enseñanza Aprendizaje.

El académico chileno, Raúl Salas Silva, sostiene que, “nuestra profesión está ahora al borde de una transformación. Piense en lo que sabíamos sobre el cerebro hace 20 años y compárelo con lo que sabemos ahora..., entonces el desafío para los educadores es tomar en serio la investigación del cerebro”. Esto significa que como docentes deberíamos revisar nuestros conocimientos adquiridos del cerebro y el aprendizaje, investigar las nuevas teorías del aprendizaje basado en el cerebro, comparar los antiguos y nuevos conceptos con las nuevos. Los profesores debemos investigar sobre las aplicaciones de la neurociencia en educación, específicamente en el aprendizaje de los estudiantes, pues un docente bien informado, toma mejores decisiones. La Neurociencia está esperándonos, es nuestra decisión, empoderarnos de estos nuevos conocimientos que nos está entregando el mundo científico.